El robo del siglo
Amado Boudou, el hombre que destruyó en Argentina el incipiente sistema de capitalización, fue encarcelado el domingo pasado acusado de enriquecimiento ilícito. El ex vicepresidente de Cristina Kirchner diseñó, en 2008, “el gran robo del siglo” que fue la nacionalización del sistema de pensiones de su país.
En las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP), 9,5 millones de argentinos tenían ahorrados casi 30.000 millones de dólares. Con la excusa de que iba a garantizar pensiones justas para todos, el gobierno se incautó de los fondos, les dio certificados con un timbre del Estado a sus titulares, y se embolsó el dinero. Para ganar popularidad a corto plazo, Kirchner usó parte del dinero en darles pensiones públicas a dos millones de personas que no habían cotizado nunca. Una transferencia neta de recursos en busca de votos.
El robo perpetrado por Boudou se convirtió en una de las “soluciones” que, en Chile, encandilaron durante meses a dirigentes del Frente Amplio, de la Nueva Mayoría y del movimiento No+AFP.
Varios de ellos barajaron la posibilidad de usar los 190.000 millones de dólares en activos de nuestro sistema para poner la primera piedra de un modelo de pensiones de reparto.
Aunque el gobierno de Bachelet entendió que expropiarles el 70% del PIB a los trabajadores era una línea roja que no podía traspasar, las marchas convocadas por el movimiento No+AFP les hicieron dudar de nuevo en el invierno de 2016.
Las dudas, según fuentes del actual gobierno, solo se disiparon tras la aparición en TVN del padre del sistema de AFP, el ex ministro José Piñera"
John Muller, ex subdirector de El Mundo (El Mercurio, 10.11.17)