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“Vergüenza, vergüenza”
Vergüenza, vergüenza ajena porque cuesta concebir que alguien sea capaz de perseguir a personas por un supuesto crimen, sin prueba alguna para obtener alguna ventaja. Acusar a alguien de asesinato es gravísimo. En cuanto a la señora Carmen Frei, cabe pensar que ella ha visto alterado su entendimiento por su cercanía con su padre, ya que me niego a creer que sea un interés económico lo que sostiene la conducta de sus familiares”.
Luis Larraín, presidente Consejo Asesor Libertad y Desarrollo (La Tercera, 29.1.21)
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