“Realismo mágico”
Este gobierno propuso en 2018 -como lo había anunciado en su programa- una cotización adicional de cuatro puntos que sería administrada en cuentas personales y de acuerdo a la voluntad del trabajador. Al llegar al Senado, el proyecto se encontró con el realismo mágico, las cuentas “nocionales o ficticias” a las que iría a parar la cotización adicional en su totalidad, a cambio de la promesa de que se le va a reconocer en el futuro un derecho respecto de futuros beneficios. Lo notable es que mientras más se distancia la discusión -y el propio Gobierno- de su propuesta original, esa fuga es en un contexto en que la gente y sus intuiciones respaldan de manera mayoritaria y cada vez más evidente la idea central del proyecto original: cuentas personales para un ahorro previsional protegido por la garantía de la propiedad privada”.
Bettina Horst, directora de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo (El Mercurio, 30.8.20)