Programa Boric: “Camino al estancamiento”
El programa de Boric es una perfecta receta para ahuyentar la inversión. Estamos en un mundo donde las inversiones van de un país a otro, según la calidad de las reglas del juego.
La propuesta de Boric es subir los impuestos a las empresas, que ya son 20% superior a los países desarrollados, poner un impuesto patrimonial, bajar la jornada laboral, cambiar el sistema de negociación colectiva para hacerlo más restrictivo y conflictivo, obstaculizar que las empresas puedan despedir trabajadores -aunque lo necesiten-, y por último, propone que el directorio de las empresas sea mitad trabajadores y mitad accionistas.
O sea, a esos inversionistas que queremos atraer, les estamos diciendo que cuando inviertan en Chile, no van a poder manejar su propia inversión, ni siquiera controlar el directorio de su empresa. En simple, les decimos: usted va a poner el dinero y otros lo van a administrar. No me imagino cómo con estas medidas podríamos salir de la mediocridad. Al contrario, la van a profundizar.
Los movimientos de capitales son sensibles a los impuestos, a las regulaciones laborales, a mantener el control de su inversión. Es bastante obvio lo que va a ocurrir y el impacto que tendrán las propuestas de Boric.
Douglass North, premio Nobel de Economía resumió sus teorías en una frase bien sencilla: “Es la calidad de las reglas del juego la que marca la diferencia entre los países que se desarrollan y los que se frustan en el intento”. En la década de 1990, los impuestos en Chile eran la mitad que los del mundo desarrollado. Y muchos inversionistas se tentaban por venir a invertir. Hoy, el impuesto a las utilidades reinvertidas es 20% más alto que el promedio de los países desarrollados. Muchos de los que estaban tentados por venir perdieron la tentación. Otro ejemplo: la regla del juego del comercio internacional. En los 90 estábamos siempre abriéndonos en tratados de libre comercio y ahora llevamos años con el TPP 11 enterrado en el Senado.
Las propuestas de Boric son un paquete explosivo. El programa, tal como está escrito hoy, es un freno al desarrollo y a la inversión. Tal como está, es un camino al estancamiento”.
René Cortázar, economista y exministro de los presidentes Aylwin y Bachelet (El Mercurio, 29.8.21; Extracto)