Economía y Sociedad № 104
Julio - Septiembre 2020
Plebiscito: una objeción sanitaria
Por Bojan Pancevski, escritor y periodista (The Wall Street Journal, 20.5.20; Extracto)
Los investigadores confirmaron que, al inicio de la pandemia, el crecimiento explosivo del coronavirus en ciertas áreas lo explica la realización de eventos masivos. Por ejemplo, en Gran Bretaña, las autoridades permitieron realizar conciertos, partidos de fútbol y carreras de caballos, entre otros. George Batchelor, director de Edge Healt, empresa de análisis de datos de salud del Reino Unido, concluye que estos eventos masivos causaron hospitalizaciones y muertos en gran escala en las áreas en que ocurrieron. Además de que el evento masivo en sí es peligroso, el impacto negativo se agrava por el uso intensivo de transporte público típicamente asociado a estos eventos.
Un estudio de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, estableció que 1 minuto de un anuncio por parlantes produce miles de gotas que permanecen en el aire 12 minutos, infectando a los cercanos. Asimismo, estas infecciones masivas son más graves que las contraídas en otras circunstancias, porque las personas están expuestas durante más tiempo a mayores cantidades de virus.
El infectólogo Hendrik Streeck del Hospital Universitario de Bonn, comprobó que la mayor parte de los infectados y muertos a nivel mundial, ocurrieron después de eventos masivos. Sus estudios de la infección en Heinsberg, que fue el centro de la pandemia en Alemania, establecieron que el virus se expandió rápidamente por la región a raíz de que 400 personas participaron en una fiesta que duró varias horas. De las personas que asistieron y se infectaron, todas sufrieron severos síntomas de la enfermedad que exigió tratamientos hospitalarios que contribuyeron a colapsar los centros médicos.
Muchas enfermedades infecciosas se transmiten en eventos masivos, pero el COVID-19 es muy peligroso porque tiene un período de incubación más largo donde la persona no presenta síntomas y, sin embargo, infecta a otros.
Incluso reuniones más pequeñas como matrimonios y funerales han sido causa de acelerar la transmisión del virus. Por ejemplo, una persona que asitió a uno de ellos contagió a 16 personas más, tres de las cuales murieron.
Marc Lipsitch, profesor de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, concluye que no hay duda de que los eventos masivos que acercan entre sí a la gente son fuentes claves de transmisión masiva del virus.
Confirmando estas conclusiones, los países europeos que terminaron sus cuarentenas han liberado todas las restricciones, excepto la de reunirse en eventos masivos. Suecia, por ejemplo, prohibió todo evento que reúna a más de 50 personas.
El miedo de las personas las inhibe de participar en eventos masivos, como ocurrió con la primera vuelta de las elecciones municipales en Francia, en que debían participar 18 millones de personas. El temor al contagio causó la abstención más alta de la historia de estas elecciones con un 45% de participación en lugar del tradicional 63%.
Los eventos masivos pueden reiniciar una epidemia allí donde había sido controlada. La mayoría de los científicos y expertos esperan una segunda ola epidémica que, sin embargo, puede ser controlada solo si se prohíben los eventos masivos.