Muerte de Jefferson y Adams

Por José Piñera

Cuando el 4 de Julio de 1826 se cumplía exactamente medio siglo desde la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, sobrevivían sólo 3 de sus 56 firmantes.

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Uno de ellos era quien la había redactado, Thomas Jefferson. El día anterior, agonizante, había recobrado por un instante el conocimiento y había preguntado si ya había llegado "el Cuatro".

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Al mediodía del "Cuatro", moría en su querido Monticello, la maravillosa casa que se construyó sobre un monte desde la cual podía observar otro de sus legados, la Universidad de Virginia.

Ese mismo día en Quincy (Massachusetts), a 500 millas de distancia, aagonizaba John Adams, otro de los tres sobrevivientes.

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Al atardecer, y por supuesto sin saber de la muerte de Adams, moría Thomas Jefferson.

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Dos de los más grandes entre los Founding Fathers, el segundo y tercer presidente de Estados Unidos, morían el mismo día.

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Y era el día en que el nuevo país celebraba el medio siglo de la Declaración de Independencia, de la cual uno había sido la pluma y el otro la voz, y por la cual, junto con otras 54 personas, ambos habían comprometido su "vida, sus patrimonios, y su sagrado honor".