Economía y Sociedad № 99
Abril - Junio 2019
La UC contra el fallo Madrid
Por Ignacio Sánchez, rector Universidad Católica de Chile (El Mercurio, 10.2.19; Extracto)
El juez Madrid responsabilizó de la muerte de Frei a seis personas, incluyendo a dos profesores del Departamento de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina UC, en calidad de encubridores. Ellos son los doctores Helmar Rosenberg y Sergio González, éste último un destacado profesor titular activo, quien ha solicitado un permiso sin goce de sueldo y la suspensión indefinida de todas sus actividades docentes y asistenciales, para poder defenderse de una acusación que se considera injusta. Debido a su declaración de completa inocencia, -la que compartimos-, esta solicitud ha sido acogida por nuestra universidad.
El siguiente es un resumen cronológico de los hechos.
1. El Presidente Eduardo Frei falleció el 22 de enero de 1982 en la Clínica Santa María después de una intervención quirúrgica previa para reparar una hernia hiatal y varias reintervenciones posteriores debidas a complicaciones infecciosas. En todo este proceso, como es sabido, no participó ningún médico o profesional relacionado con la Universidad Católica.
2. Después de su muerte, el doctor Roberto Barahona, profesor de Anatomía Patológica de nuestra universidad, -y amigo personal del Presidente Frei-, recibió un llamado telefónico de los médicos del entorno cercano al ex Presidente, solicitando que se haga un embalsamamiento del cuerpo. Por lo que se conoce, ese llamado lo habría hecho específicamente el doctor Juan Luis González, hoy fallecido.
3. El doctor Roberto Barahona determinó que se dirigieran a la Clínica Santa María los doctores Helmar Rosenberg, académico del Departamento de Anatomía Patológica y el doctor Sergio González. Ellos proceden a practicar, con la ayuda de un auxiliar de servicio del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital UC, un embalsamiento que incluyó la inyección de formalina y la extracción de las vísceras abdominales que se encontraban en descomposición avanzada, lo que era necesario para la preservación del cadáver dado las condiciones en que se encontraba. Según lo describen, al llegar a la Clínica Santa María los doctores Rosenberg y González fueron recibidos por los médicos tratantes del entorno del ex Presidente Frei y se encontraron con sus familiares. A diferencia de los estándares actuales, en esa época no se solicitaba de rutina un consentimiento escrito de los familiares para realizar estos procedimientos.
4. Los patólogos analizaron el estado de las vísceras extraídas, mediante lo que se denomina examen macroscópico, tomaron fotografías de las muestras y esos hallazgos fueron posteriormente vertidos en un documento manuscrito. Además, tomaron muestras para ser procesadas con microscopía corriente y electrónica en Anatomía Patológica de la UC.
5. Posteriormente, el doctor Rosenberg realizó un informe manuscrito que incluyó los hallazgos tanto de la apreciación macroscópica de los órganos como el análisis microscópico (histológico). Este informe fue mantenido en su poder y sin identificación a modo de resguardo dado su gran relevancia. Alrededor de diez años después fue transcrito a un formato electrónico en un libro y a un formulario de autopsia, no existiendo otra forma material de incorporarlo a los registros del Servicio de Anatomía Patológica.
6. En el mes de abril de 1982 el doctor Helmar Rosenberg sostuvo, en dependencias del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Clínico UC, una reunión para reportar los resultados del estudio anatomo-patológico del ex Presidente Frei. A esta reunión con certeza asistieron el doctor Patricio Rojas (cercano a la familia Frei), el doctor Patricio Silva (cirujano que reintervino al Presidente Frei), y un tercer médico del que no se recuerda su identificación. En esta reunión, -que se prolongó por dos horas-, se presentaron los hallazgos de tipo anátomo-patológicos, incluyendo las diapositivas de las que se disponía.
Confiamos en la completa inocencia de nuestros médicos y profesores de Medicina, quienes fueron llamados a colaborar por el equipo de médicos tratantes, todos ellos de confianza de la familia Frei.