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Tribuna

Economía y Sociedad № 107
Abril - Junio 2021

La nueva era de la innovación

Editorial The Economist (16.1.21; Extracto)

La tecnología despunta con un nuevo amanecer. La velocidad con que se descubrieron las vacunas contra el covid-19 constituye un logro notable de las empresas farmacéuticas privadas. El boom de inversión en tecnología y la rápida inmersión de la humanidad en el mundo digital durante la pandemia, abren la esperanza de una nueva era de progreso para el mundo.

El rápido avance tecnológico, motivado por la búsqueda de utilidades, es parte de la historia y de la esencia del capitalismo. El siglo XVIII trajo la Revolución Industrial y las fábricas mecanizadas; el siglo XIX, los ferrocarriles y la electricidad; el siglo XX, los automóviles, los aviones y la medicina moderna. En la década de 1970, el progreso, medido por el crecimiento general de la productividad, se desaceleró. A partir de la década de los 90, la adopción de los computadores personales produjo una explosión de productividad. Hacia el 2000, nuevamente se desaceleró el aumento de la productividad.

Hay tres razones por las cuales el mundo estaría iniciando una nueva y sustancial aceleración del progreso.


1. Los nuevos descubrimientos tecnológicos en las más diversas áreas, desde los autos autónomos a la edición del genoma humano, tienen un profundo potencial transformador y disruptivo. La nueva y exitosa técnica “messenger RNA”, desarrollada en las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, en lugar de introducir el virus debilitado como en las vacunas tradicionales, instruye a las células humanas a producir la proteína del covid-19 en cantidades inocuas pero detectables por el sistema inmunológico que aprende así a crear anticuerpos que combatirán al virus real en el caso que la persona se contagie. Esta técnica de “mensajería educativa de células” se puede utilizar para combatir un sinnúmero de enfermedades mortales como el cáncer. Por otra parte, la inteligencia artificial está experimentando un progreso acelerado e impresionante. Por ejemplo, en julio pasado, la compañía OpenAI lanzó al mercado GPT-3, el algoritmo de lenguaje humano más eficiente creado hasta la fecha. También, a partir de octubre, en Phoenix, Arizona, las personas utilizan taxis autónomos, sin chofer, dotados de “big data” y sofisticados algoritmos de inteligencia artificial. El progreso tecnológico ha reducido sustancialmente los costos de producir energía renovable, lo que posibilita alcanzar la neutralidad en la huella de carbono que produce el cambio climático. La caída de estos costos acelerará la adopción masiva de los autos eléctricos que son más eficientes y más versátiles que los automóviles tradicionales.

2. La segunda razón para este renacer del progreso es la masiva inversión en tecnología. En Estados Unidos, el semestre pasado la inversión en software y en investigación y desarrollo superó por primera vez a la inversión “tangible” en edificios y maquinaria. Esta inversión abarca desde la medicina a la biotecnología y desde la logística a los semiconductores. El optimismo del progreso se extiende también a los autos eléctricos que en tiempo récord convirtieron a Elon Musk en el hombre más rico del mundo.


3. La tercera fuente de optimismo es la notable rapidez con que las personas y las empresas están adoptando las nuevas tecnologías. El teletrabajo y las compras online aceleraron los avances en telemedicina, en nuevos sistemas de pago y en automatización industrial que permitirá a las empresas reducir sus costos y aumentar su productividad.

Esta nueva era del renacer tecnológico de la humanidad prolongará la vida y aumentará su calidad porque los servicios claves de salud y educación son las áreas que están experimentando el cambio tecnológico más profundo y más acelerado. La biología sintética, la edición genética, la inteligencia artificial y la robótica eficiente continuarán transformando, aceleradamente, el mundo que conocemos.

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