Hoy el New York Times ha publicado un artículo mío en su exclusiva página editorial. Se puede leer completo en su sitio web (www.nytimes.com), con la introducción de ellos : "The Chilean pension model is an excellent example of how the United States could reform its Social Security system". Quizá esa frase (¡en el NYT!) vale más que todo el artículo.

Había tenido hace años la oportunidad de explicar la revolución chilena de las pensiones con el comité editorial del NYT. Pero aunque me habían abierto sus puertas, no me habían ofrecido sus valiosas páginas. Algo cambió hace una semana cuando, por iniciativa de ellos, me llaman al Cato Institute en Washington y me piden una columna extensa centrada en el modelo chileno, y con una narrativa que respondiera a las inquietudes en el debate norteamericano. Acepté de inmediato.

Les puede interesar el proceso. Primero, tuve que leer un ensayo de 5 páginas con las "reglas de los op ed" (se llaman así porque van en la página opuesta a los editoriales). Después intercambié 24 emails con la subdirectora de la sección afinando la columna. Chequearon ellos mismos toda afirmación y cifra. Tuve que adoptar mis frases a las normas de estilo del NYT (por ejemplo, los economistas usamos "unfunded liabilities" para describir la deuda implícita de los sistemas de reparto; pero el NYT no acepta ese término; tuvo que ser "unfinanced liabilities"). Y así cada palabra y cada coma. El Lunes quedo finiquitada la versión final-final.

Ayer en la tarde me avisaron del NYT que el artículo había sido aprobada para publicación hoy y que había superado todos los exigentes filtros. Todavía faltaba firmar un contrato de entrega de derechos de autor para el diario impreso, su sitio web, el International Herald Tribune y los miles de diarios que compran los artículos del NYT. Para los curiosos el honorario standard es sólo nominal (US$450) y la verdad es que yo debí haber pagado varias veces esa suma por publicar allí. Pedí que "Chile" estuviera en el título porque me considero un "embajador ad honorem" de la marca, y qué mejor embellecimiento de ella que proveerle un ejemplo de política pública a la superpotencia. Me dijeron que los títulos los colocaban ellos. Esta mañana me despierto con la buena sorpresa: lo titularon "Retiring in Chile".

P.S. Un rebote interesante. Me avisan del Cato Institute que el riguroso dossier que compiló Soames Floweree sobre mi defensa de los derechos humanos y la democracia durante el gobierno militar, y que está completo en www.JosePinera.org, había subido desde el lugar 30 al número 2 de visitas más frecuentes en todo el inmenso archivo del Cato Institute. En otras palabras, se estaba accediendo a él de manera súbita y continua. ¿Los lectores del NYT? Muy posible. Recuerdo que cuando la Casa Blanca de Bill Clinton me invitó a hablar a los 500 líderes americanos en la "White House Summit on Social Security" en 1998, el staff del Presidente revisó antes todos mis escritos y posiciones sobre libertad, democracia y derechos humanos.